Esta semana una de las revistas de negocios más conocida en Estados Unidos me ha incluido en su lista de las diez mujeres más influyentes en el sector de la salud y la medicina. Es un honor que, además, hayan elegido la entrevista que me hicieron para situarla en la portada de su revista. Aquí tenéis un resumen de ésta y de otras entrevistas que me han hecho sobre mi experiencia personal y profesional para superar los obstáculos que aún encontramos muchas mujeres cuando decidimos luchar por nuestros sueños.

Presentamos a las mujeres que han inspirado a otras para conseguir sus mejores logros. Queremos destacar aquellas que lideran el cambio y marcan la diferencia durante estos tiempos. ¿Cuál es su principal motivación?

A todo el equipo que trabaja en Institut Marquès nos mueve un único propósito: ayudar a las familias que tienen problemas de fertilidad a conseguir su sueño de ser padres. Para mí, la maternidad es un derecho, no un deber y estoy orgullosa de ayudar a aquellas mujeres que deciden cuándo, cómo y con quién quieren tener a su hijo.

• ¿Cuáles fueron los principales desafíos que tuviste que superar en tu profesión y tu campo?

A los hombres con un título o un cargo se les da por supuesta su valía; en cambio, las mujeres tenemos que demostrarla. Durante muchos años he sido la única mujer jefa de una clínica de esterilidad; en los congresos me preguntaban con quién había dejado a mis hijos, y yo les contestaba con la misma pregunta.

• ¿Qué opinas sobre el movimiento de empoderamiento femenino actual?

Creo que, por desgracia, todavía es muy necesario seguir luchando a nivel individual y colectivo por la igualdad, el respeto y el reconocimiento. Para muchos hombres es cómodo que la mujer se encargue de las tareas domésticas y ahí está una parte importante de la resistencia al cambio.

• ¿Qué crees que se debería mejorar en nuestra sociedad actual a nivel político y económico para que sea más igualitaria?

Pienso que las sociedades avanzadas como la nuestra serán cada vez más igualitarias. Antes, la mujer podía elegir si quería trabajar, ahora ya no. Sabe que necesita independencia económica porque un marido puede no ser para siempre y porque se suelen necesitar dos sueldos para pagar un alquiler. Tenemos que luchar contra el entorno cultural de tradiciones orientadas a que la mujer se dedique prioritariamente a ser hija, esposa y madre, y que trabaje fuera de casa durante el tiempo que le quede libre. Esto supone ponernos a nosotras mismas en inferioridad de condiciones.

• ¿Qué consejos te gustaría dar en el ámbito de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral?

Se pueden cuidar los cuatro pilares: familia, amigos, trabajo y crecimiento personal. Todos son importantes, así que no hay que olvidarse de ninguno de ellos. Lo importante es trazar unas líneas de objetivos y no desviarse por lo que opinen los demás, ya que, en muchas situaciones, te pueden hacer sentir que trabajas porque eres una egoísta, que antepones tus sueños y tus decisiones a tu familia. Hay que reevaluar todo por nosotras mismas, para esto hace falta disciplina y valentía.

A nivel práctico, me centraré en mi experiencia como ginecólogo: tú debes decidir si quieres la baja maternal completa, si quieres dar el pecho o no, si quieres reducción de jornada tras tener hijos, si cuando se ponen enfermos en la guardería te deben llamar siempre a ti. Y un montón de cosas más.

Me horrorizan las personas que creen que la mujer embarazada es un ser débil al que hay que proteger o retirar del trabajo. Creo que la vida que llevamos dentro nos da una fuerza sobrenatural que debemos saber utilizar. Orientándola a luchar, más que nunca, por lo que queremos para nosotras y por lo que queremos que vea en nosotras nuestro hijo. Tanto a corto como a largo plazo.

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