La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Aunque la proporción de mujeres con estudios superiores es cada vez mayor, hay muy pocas que dedican su vida profesional a la investigación. Y no es porque no tengan talento o no quieran sino por las dificultades que la sociedad les pone. Por ejemplo, en el Centro Superior de Investigaciones Científicas de España, el 57% de los investigadores en formación son mujeres y sin embargo sólo el 24% de las mujeres llegan a ser científicos titulares.

Me decía una compañera que “la ciencia es una carrera de fondo y no podemos decirles a las niñas que pueden ser lo que quieran y que luego pase esto».

“Esto” creo que se debe a varias razones.

1. En el mundo de la investigación la maternidad está muy mal vista. El grado de dedicación y competitividad que exige acaba por penalizar a las mujeres que quieren ser madres frente a cualquier hombre. Esto pasa en la mayoría de las profesiones pero especialmente en este sector. Hace que las oportunidades y la progresión profesional sean menores.
2. Tradición de asociarlo a hombres y estereotipos. Mujer guapa se asociaba a tonta, ahora hemos mejorado pero aun mujer guapa se asocia a no especialmente lista.
3. Discriminación por prejuicios según los cuales las mujeres tienen menos talentos e inclinaciones que los hombres para la ciencia y la tecnología.
4. Falta de reconocimiento.
5. Falta de información y de educación.

Para poder hablaros de mi experiencia a este respecto tengo que deciros, desde el trabajo duro y la humildad, que según la Plataforma ResearchGate actualmente estoy entre el 10% de los investigadores más relevantes del mundo (se basa en las publicaciones científicas que has hecho y los trabajos de otros en los que citan los tuyos).

Me enfrento constantemente a todos esos problemas y situaciones. Cuando pido cita para hablar con expertos en un determinado asunto y les pregunto su opinión sobre el trabajo que tengo entre manos con demasiada frecuencia me preguntan ¿quien es el investigador principal? Y os prometo que son situaciones en que la duda ofende. Cuando me llaman por teléfono para hablar con Dr.Teijón (como sabéis en inglés se dice doctor también a las doctoras) me piden que le pase con él, creen que soy su secretaria porque se esperan la voz de un hombre. Hace poco, en el Instituto Karolinska, cuando salí a dar una conferencia, creían que era una azafata del auditorio.

¿Quién es el investigador principal?

En una fiesta en Amsterdam organizada por mi Centro y en la que yo era la anfitriona, como iba vestida con un traje típico español estilo flamenco y estaba en la entrada, decidieron que formaba parte de la animación y solo quisieron hacerse fotos conmigo…

Las consecuencias son:

– Pérdida de talentos. El mundo se pierde el 50% de sus innovadoras contribuciones. Al parecer los hombres son más propensos a inventar cosas y las mujeres tienden a mejorar las que ya existen. Lo cual no significa que uno u otro sexo sea superior, sino que poseen distintas destrezas que deberían explotarse en combinación.

A los participantes en un experimento, hombres y mujeres, se les pidió que describieran “la máquina perfecta del futuro”. Los resultados mostraron que las máquinas propuestas por los hombres estaban diseñadas para que sus dueños ganaran control y se volvieran más poderosos. Mientras que las máquinas diseñadas por las mujeres tenían la intención de ayudar a hacer la vida más fácil.

-Frustación de las jóvenes que quisieran dedicar su vida a eso y no se les permite.

Yo, a esas niñas les digo:

• Que la cualidad primordial para ser investigadora es la creatividad. La creatividad no es una asignatura que se estudia ni una ocupación laboral de una horas cada día. Es una forma de ser, y de pensar. Eso sí… se desarrolla con mucha disciplina.
• Que para ser una científica debes aprender comunicación para que la sociedad entienda lo que haces.
• Que es imprescindible ser trabajadora de equipo, hoy día nadie hace nada importante sólo.
• Que tengan determinación, que no permitan que nadie las desvíe de sus sueños. Y es muy posible que estos intentos de desvío empiecen en tu entorno familiar, creo que tus seres queridos solo merecen serlo si apoyan tu felicidad y aprendizaje.
• Que mantengan su curiosidad infantil, preguntándose siempre el porqué de las cosas y no dando nada por hecho, odiando el “siempre se ha hecho así” y el “nunca se vio”, y el “es imposible” y las normas establecidas.
• Que dediquen tiempo cada día a pensar en solitario y a sentirse bien aunque sean el patito raro de su entorno.

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