Los bebés llegan sin manual de instrucciones

A ginecólogos y pediatras nos sorprende que casi todas las parejas lleguen al parto sin haber cambiado un pañal y sin saber qué es el cordón umbilical.

Nos preguntamos: ¿nunca han cuidado ni un ratito a un bebé? ¿no han tenido curiosidad por su propio ombligo? ¿en qué pensaban estos nueve meses?

Además, con frecuencia son parejas que saben muchísimo de todo, que se preparan concienzudamente para cualquier tarea, se informan de la película que van a ver antes de ir al cine, se estudian las guías turísticas antes de hacer un viaje… pero no tienen ni idea de muchos detalles relacionados con ese pequeño que va a cambiarles la vida mucho más que un libro o unas vacaciones.

Esta situación tiene una explicación lógica: históricamente, saber cuidar a un niño era algo que a la mujer se le suponía. Hasta hace poco tiempo, la mujer se encargaba de sus hermanos pequeños hasta que se casaba y un año después empezaba ella su propio ciclo de partos.

Y de repente, sin generación intermedia, nos damos cuenta de que el instinto de saber cuidar a un hijo no ha quedado impregnado en los genes de las hembras de nuestra especie y que todas aquellas habilidades que se suponían innatas e instintivas alguien va a tener que enseñárnoslas.

En esta sociedad de la información, de los masters y los cursos on line, con la generación de jóvenes más preparada de la historia, en la que todo se estudia y todo se examina, se da por hecho que sin prepararnos, los padres seamos expertos en puericultura, que sepamos cómo hay que alimentar a ese recién nacido, o cómo conseguir que deje de llorar desconsoladamente.

El momento más intenso es el día del alta del primer parto, de repente se dan cuenta que no saben como cuidar al bebé y no se atreven a irse. ¡Piden que se les informe de todo eso inmediatamente! Bueno, si lo filmáramos sería digno de película de comedia.

1 Comentario

  1. Anna

    Estaria bien hacer las clases, por lo minimo de 10 horas para padres futuros.